TARDES DISTINTAS
Porque
la vida sin amor,
no es
vida
I
Parece
que esta tarde quisiera amarte
más
que la otra mañana...
Pero
corre el tiempo tan deprisa
que
apenas si me da tiempo a quererte.
El
gozar de tu presencia me llena de calma,
y
al unísono mi vida clama solicitando la tuya
y
al saberte dichosa más te ama.
II
La
impresión del deseo hoy
es
recordarte a pesar de estar cerca,
descubrir
como en círculo de espejos
tu
imagen multiplicada,
con
expresión de libertad
gesto
desenfadado y favorable viento.
III
Mar
adentro en el vaivén de las olas
navegan
en bonanza tu amor y el mío.
En
el recuerdo la nieve
y
el helor en el camino,
donde
paseaba tembloroso,
inexperto
tiempo de celo y mimo
y
en la oscuridad, clara nostalgia
con
dos cuerpos fundidos entre sí.
IV
Te
voy a obsequiar con algo bonito,
sin
ambages ni rodeos:
Como
hombre puedo morir
cuando
Dios quiera.
Como
amante, puedo amarte
la
vida entera.
En
sus manos lo dejo,
como
él mejor lo vea.
V
Mis
retinas desprenden imágenes
con
carácter inconfundible
que
embellecen un recto camino,
donde
el enamorado sueña ¡vive!
VI
Insisten
estas retinas
a
pesar de lo mucho escrito,
en
buscar silencio absoluto
ordenando
palabras sueltas
que
una vez en la diestra
son
convertidas en versos,
creando
finalmente
bellos
y sensibles poemas.
VII
Sin
ti, esta tarde no escribo,
te
presiento cerca
pero
no me inspiro.
VIII
Sé
que mi musa eres tú.
Esta
tarde es un lío
las
vocales parecen consonantes,
el
tercer verso podría ser es sexto,
mejor
lo dejo.
Prefiero
leer y recordarte.
IX
Otra
vez Albinoni dirige
y
provoca a mis sentidos
sabiendo
que en ellos te alojas,
a
desear tu contacto
y
amortiguar tus latidos.
La
lectura no es suficiente,
sabedor
de donde estás
voy
a tu encuentro.
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