Nuestro Logo

Nuestro Logo
I Festival Internacional

miércoles, 6 de enero de 2016

POETAS PARTICIPANTES: REMEDIOS ALVÁREZ DÍAZ, ESPAÑA

Nacida en Málaga, reside actualmente en Torremolinos.
Pertenece al grupo Poética en Gredos, Poesía del Siglo XXI, al Centro Andaluz de las Letras (CAL) y a la Red Mundial de Escritores en Español (REMES). Ha recitado en multitud de eventos poéticos y en festivales internacionales como “Grito de Mujer“ (Granada, Málaga y Jerez), “ XVI Festival Internacional de Poesía de La Habana” (Cuba), I , III, IV Encuentro Hispano-Marroquí de Poesía (Tetuán), entre otros, y recitales poéticos en Granada, Córdoba, Málaga, Madrid, León y Valencia.
Muchos de sus poemas están publicados en diversas antologías como “Versos de Seda-Flor de almendro”, publicada por la Diputación de Granada; “Antología 100 poetas Internacionales” publicada por “aBrace/Letras” (Uruguay); “Antología Internacional Poesía, Cuentos y Vos”, 2013 en Buenos Aires; “I y II Antología de Poetas Andaluces de Ahora”, “Alquimia del Fuego” Amargord Ediciones, “Mujeres Poetas” revista nº30 “Álora la bien Cercada” , el poemario “Si no fuera por la Necesidad de...” editorial CELYA  (2013) y una Antología con dos poetas malagueñas “Parece que ya pero todavía no” de la editorial Arma Poética (2015).




SELECCIÓN POÉTICA

NO PUEDES


No puedes,
tú no puedes mirar
y beberte mi lágrima,
nombrarme y señalar la luna,
no puedes augurar
un día inolvidable
para yacer más tarde
en otra cama.

No puedes preparar dos lechos
para descansar en uno
cuando el otro haya acabado
o te haya prohibido la entrada.

No, porque soy;
y el valor se mide
por lo que se rechaza
y no por lo conseguido.

Aún con un deseo irrefrenable
de tintar de rojo mis uñas,
de sentir la razón de estar,
con una tristeza enorme
de ver tus manos acariciar a otra,
rechazaría tu segura propuesta
tras tu fracaso.

Yo no presto mi cuerpo
si no se quiere mi alma
aunque envidiase ser ella,
un infinito ella.




PRESA FÁCIL.


Dejé mis brazos caer
y se derrumbó mi cuerpo
llenándose de fango.

Ese olor me era familiar.
Conocía la derrota.
Los soldados sedientos
apoyados en otros cuerpos
con la esperanza olvidada
y sólo el instinto para llegar a salvo.

Yo ya sabía de esas cuitas
cuántas guerras perdidas
cuántas noches en vela
descalzos, hambrientos.

Alguien fumaba
y me acordaba de los muertos,
de los avisos en las cajetillas,
con la mueca a modo de sonrisa
por la desfachatez de semejante aviso.

De nuevo derrotada por debilidad.
El deseo inconfesable del roce.
La estrategia minuciosa y solapada del traidor.

Fango y ese olor putrefacto
del orgullo gangrenado.
Esta vez sólo se tocó el orgullo,
mi orgullo, mi tabla de salvación.

Ganaste.
Un trofeo en lugar preferente.
No es cualquiera quien, aún
con súplica reiterada de indulto,
apuntilla a la víctima mirándola a los ojos.
Ganaste. - Aquí escribiría uno de nuestros magníficos tacos
pero no sería poético-

Amputé lo podrido.
Portadora de bandera blanca,
hoy, soy presa fácil.
                                          


DIME CÓMO MUJER AGUA


Si no tuve que andar vastos caminos
ni buscar el amparo en otras tierras
no necesité huir de hambres o guerras
ni troqué alas por vientos marinos.

Porque obtuve visado en mis destinos
puertas que cuando se abren no las cierras
muertos que en paz descansan porque entierras
y flores en mi alcoba sin espinos

Dime tú, mujer agua, cómo puedo
no sentirme culpable de tus días
cuando no es mío, aunque me aflija, el miedo

mi cama es cálida en tus noches frías
y ante grandes conflictos retrocedo.
Cómo hacer de tus lágrimas las mías.



TE QUIERO. YO TAMBIÉN

Se me perfila una sonrisa en el rostro
cargada de una ternura inusitada;
inusitada, sí.
Castigo por debilidad, castigo por imperfección…
A mi rostro no le consiento fragilidades
ni me permito un llanto más.

Fragilidad.
Pero hoy, por un instante
fuiste agua en sed
pájaro en penal
flor en desierto,
niño en ti;
y hoy, por un instante,
no sé si lo sabrás,
amé al agua,
al pájaro,
al niño,
a la flor:
Te quise.
 Y hoy, por un instante,
no sé si lo sabrás,
tú también;
tú también estrenabas zapatos.

Llanto.
Pero hoy, por un instante
fuiste
agua,
pájaro,
flor,
niño;
en ella,
de ella,
para ella,
por ella,
y por un instante,
no sé si lo sabrás,
se volvía herida lo antes deseado;
yo lágrimas, tú agua;
en cárcel yo, tú en vuelo;
arena, sólo arena,
marchita,
tú, en flor;
y por un instante,
no sé si lo sabrás
(ni un llanto más, ¿recuerdas?)
Yo también
Yo también estrenaba zapatos.
LAS COSAS NO DEBERÍAN SER ASÍ


No es posible que todos los habitantes de este pueblo,
se levanten, desayunen tranquilamente,
salgan a trabajar, a comprar o al ambulatorio
sin reparar en esta catástrofe.

No puedo entender cómo andan tan tranquilos
y se limiten a mirarme cuando se cruzan por la acera
sin percatarse de tan desatinada mañana.

Es inconcebible que algunos se atrevan a llevar gafas de sol
- de qué sol está usted guardándose- le preguntaría,
O dejen al niño en la escuela, tomar un café con una amiga
comentar el fin de semana entre risas.

Es absolutamente intolerable que en esta mañana,
en que todo está negro, más aún que anoche,
que sé con certeza que seguiré siendo el cuarenta y uno
(descendiendo al cuarenta y dos) de los cuarenta principales,
que tengo que callarme porque no tengo voto ni soy ninguna,
que si se me ocurre formalizar una petición soy gusano
y que no tengo fuerzas para romper el maldito lazo que me une a ti,
es absolutamente intolerable que los habitantes de este pueblo
sigan viviendo como si no ocurriese nada.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión nos importa